Escrito por Daniel Roig, coordinador de la casa de acogida
Ashok Siwakoti es un joven crecido en la casa de acogida de Bhimphedi. Un chico despierto, divertido, extrovertido, honesto y siempre listo para echar una mano. Como miembro de Amics del Nepal, cada día estoy orgulloso de que hayamos formado y sigamos formando parte de su vida y crecimiento personal.
Ashok ha sido un miembro muy activo a la familia de la casa de acogida de Bhimphedi. Lo recordamos como protagonista de la obra de teatro Sagarmatha (dirigida por Miquel Comas), siendo de los mejores estudiantes de la casa, cantando y jugando con sus hermanos pequeños, ayudando a los voluntarios incluso ¡a traducir la canción «Water Paani» de Mónica Sans!
El Ashok ya tiene 17 años, y hace dos que ya se independizó y se fue a vivir a Katmandú para proseguir sus estudios. Desde entonces sólo puede venir a visitar a sus hermanos de vez en cuando porque siempre está ocupado con los estudios, con el trabajo o con cursos. Pero cuando nos visita la felicidad de su cara y de sus hermanos y cuidadores es más que evidente.
Yo tengo suerte porque voy a Katmandú bastante a menudo, y así puedo encontrarme con él, charlar y pasar un buen rato. Siempre que llevo alguno de sus hermanos pequeños en algún hospital de Katmandú y deben quedarse algunos días en la capital, Ashok se ocupa de ellos mientras yo hago los otros trabajos que tengo pendientes.
Incluso justo después del terremoto, una época difícil en Nepal, Ashok acompañó a Miquel a visitar a las niñas de la casa de acogida de Patan con los que no podíamos contactar por teléfono. ¡Todo estaba bien!
Hace un mes, Ashok hizo posible algo del todo extraordinario. Era un día como cualquier otro. Ashok estaba en el hotel donde trabaja y un compañero de trabajo le dijo que fuera con él a cenar con sus amigos. Ashok enseguida se apuntó.
Charlando y charlando con estos nuevos amigos Ashok explicó orgulloso que había crecido en la casa de acogida de Bhimphedi. Hay tantas casas de acogida en Nepal, hay tantos niños y niñas en situaciones de riesgo… Un chico también tenía una historia que contar: «Del pueblo que vengo yo, una de mis amigas también tiene un hermano pequeño que tuvieron que internarse en una casa de acogida hace más de 7 años, pero perdieron todo contacto… «.
Ashok continuó charlando con este chico, y supo que era del mismo distrito que él, aunque no conocía el pueblo. Hay tantos pueblos y tanto remotos…
Ashok: – ¿Cuál es el nombre del hermano pequeño de tu amiga?
El otro chico: – Ramesh Thami.
Ashok: – ¿¿¿Ramesh Thami??? ¡Uno de mis hermanos de la casa de acogida de Bhimphedi se llama así!
El día siguiente ya tenía el teléfono de la hermana y la llamamos, la chica de 18 años trabaja en Katmandú cuidando de una casa. Su hermano mayor, ya casado y con un hijo, vive en el pueblo en el distrito de Dolkha (uno de los más afectados por el terremoto), y conseguimos también el teléfono de una tía que vive con sus dos hijos en las afueras de Katmandú en una casa hecha de planchas de metal.
Y así es como el detective Ashok encontró, después de 7 años, la familia de los hermanos Ramesh Thami y Som Thami. Los dos hermanos les encanta ahora poder hablar por teléfono con su familia. Antes no tenían nadie a quien llamar. También los llevamos dos días a Kathmandú para que se encontraran en persona, y ahora están del todo entusiasmados con la idea de que las siguientes vacaciones podrán ir a su pueblo de origen y reencontrarse con su hermano mayor y ¡celebrar los festivales todos juntos!
Gracias detective Siwakoti!
Si quieres saber más sobre el Ashok Siwakoti, lee el texto que escribió para este blog aquí.