Ampliamos el aula de informática

Escrito por Anna Brunet, vicepresidenta de Amics del Nepal. Con la colaboración de Xavier Calvet y Marina Viñas.

Cuando supimos que el hospital donde trabajamos, el Parc Taulí de Sabadell, daba ordenadores usados para ONGs, pensamos que podía ser una muy buena oportunidad para ampliar el aula de informática de Balmandir. Hasta ahora tenían un solo ordenador y 3 portátiles (donados por UPC reutiliza, la exvoluntaria Mar y la Montse) para 26 niños y niñas.

Y así empezó la aventura de 10 ordenadores, a quienes después de trabajar varios años, no les esperaba la jubilación sino un largo viaje. Pero llevar los ordenadores hasta Nepal no es fácil. Cada ordenador (torre, pantalla, teclado y ratón) pesa 15Kg. Los transportamos a Nepal aprovechando el equipaje sobrante de los voluntarios y de una expedición de excursionistas de Terrassa.

Para empezar hemos hecho una prueba piloto con dos ordenadores, para ver en qué estado llegaban y cómo funcionaban una vez en Nepal. Con esta intención envolvimos muy bien los ordenadores y comenzaron su viaje. Primero de Sabadell a Barcelona y después en avión hasta llegar a Katmandú. Una vez en Nepal los embarcamos en el techo de un taxi y finalmente viajaron encima de un jeep hasta Bhimphedi. Tuvimos suerte porque en ninguno de los trayectos llovió, pero el ajetreo y saltos que han vivido no han sido pocos ni flojos.

img-20160906-wa0000-web
Anna, Joana y Marina en el aeropuerto de Barcelona llevando los dos ordenadores a Nepal.
img-20160909-wa0001-web
Marina y Joana en Katmandú esperando el jeep para ir a Bhimphedi con los ordenadores.

Finalmente los dos ordenadores ya están en Balmandir, donde los hemos montado, instalado y conectado a Internet. ¡Y ambos funcionan!¡ Incluso los altavoces! ¡qué bien!

p1060254-web

img_20160915_173617-web

p1060257-web

p1060265-web
La sala de ordenadores ya está muy bonita! Los pequeños utilitzando los ordenadores supervisados por Rojan, el mayor de los chicos del centro.

Ahora el siguiente reto será sobrevivir el máximo tiempo posible al uso que harán los niños y niñas de Balmandir. Esperamos que los cuiden y saquen un buen provecho.

¡Pronto llegarán el resto de ordenadores, qué emoción! Gracias al Parc Taulí y a todos los que nos habéis ayudado a hacerlos llegar hasta aquí!

El día de la infancia

Escrito por Marina Viñas y Joana Alsina, voluntaria de la casa de acogida

El día 14 se septiembre era el día de la infancia y en la escuela primaria hicieron un concurso de conocimientos generales. Fue el equipo del Ramesh Thami el que ganó esta prueba. Además era su cumpleaños así que comenzó el día con muy buen pie.

school-4

school-1

school-2

school-3
Equipo de Ramesh, ganador del concurso de conocimientos generales

Cuando todos los niños regresaron de la escuela les esperaba una gincana preparada por Krishna, el director de la escuela. Había pruebas para los más grandes y otros para los más pequeños. La gincama comenzó con una de las pruebas más divertidas; hit the pot: En medio del campo de fútbol clavarom un palo con una jarra de hierro del revés y con los ojos cerrados y con un bale en las manos tenías que llegar a tocarlo. Algunos pasaron por el lado, otros se pasaron de largo y algunos lo lograron con mucha facilidad. Incluso el Ram y la Maya lo intentaron.

p1060049-web
«Hit the pot»

Después les tocó a los más pequeños. Ya hacía rato que estaban preparados para la carrera de sacos, listos para salir al oír la señal. Algunos cayeron a medio camino pero otros continuaron saltando hasta terminar la carrera. La siguiente prueba fue la de las manzanas. Ligadas en hilos de diferentes tamaños los niños tenían que morderlas sin utilizar las manos. También hubo una carrera de cucharas y canicas, que ganó Purnima.

p1060136-web
Preparados para la carrera de sacos

Una vez acabada la gincana la fiesta continuó, con la final del torneo de fútbol y con la celebración del aniversario den Ramesh. Después de cenar preparamos un buen postre, los premios de la gincama y el regalo para el cumpleañero. Un buen final para celebrar el día de los niños.

p1060226-web
Equipo ganador del torneo de fútbol: Sujan, Prabhat, Sushil, Kamal, Krishna y Santa.

p1060235-web

p1040693-web

El fútbol en Balmandir

Escrito por Mireia Masó y Jordi Giral, voluntarios de la casa de acogida

La actualidad futbolística de Balmandir ha sido muy movida durante el pasado mes de agosto. Como si de fútbol profesional se tratara, los focos de atención del verano han sido la mejora del campo de fútbol de Balmandir, los partidos amistosos, el fichaje de algunos de nuestros jóvenes para el equipo de la escuela de Bhimphedi y incluso la selección de nuestro pequeño Messi para el equipo de la región.

Desde hacía un tiempo que teníamos problemas con los balones que se pinchaban demasiado a menudo. ¿El motivo? Al chutar fuerte, el balón se va fácilmente a la valla de la prisión del otro lado de la calle y los espinos las pinchan. Después de darle vueltas a cómo solucionarlo, decidimos que haríamos una red metálica para ponerla detrás de la portería. Tan pronto compramos el material necesario, Luv se puso a trabajar y en pocos días logró construir una gran red de unos 10m de ancho por 3m de alto. Desde entonces, ningún otro balón se ha pinchado.

Por otra parte, las porterías de madera empezaban a tener problemas de estabilidad y decidimos desmontarlas para evitar percances. Las reconstruimos, asegurando mejor las juntas, las pintamos con pintura protectora negro para hacerlas más duraderas y las clavamos en el suelo con un poco de cemento. Finalmente, pintamos franjas blancas y quedaron unas porterías que esperamos duren mucho tiempo.

image1-2
Una de las nuevas porterías y la nueva valla hecha por los niños para proteger las pelotas de los espinos de los muros de la prisión.

Para celebrarlo, jugamos un partido con los jóvenes que duró casi dos horas, con un resultado final de 10-9 a favor del equipo de Dani, que ganaron al equipo de Jordi, con gol final de Ramraj, la estrella del grupo. Sólo el silbato que anunciaba la cena dio descanso a los jugadores, que tan contentos como cansados se fueron a buscar el merecido Dal Bhat de la tarde.

image2-1
Ramesh y Jordi haciendo un chut combinado al más puro estilo Oliver y Benji.
image1-3
Dani, Love y el resto de jugadores mirando la pelota que controla Sushil.

En el apartado de fichajes, Kamal, Luv y Ramraj fueron seleccionados para jugar con el equipo que la escuela de Bhimphedi montó para participar en un torneo regional en Hetauda. Después de 4 victorias, algunas muy igualadas porque llegaron a penalties, llegaron a la final del torneo. La movilización de la escuela fue espectacular, pusieron un bus para ir a Hetauda y muchos jóvenes, profesores y voluntarios fuimos a ver el partido. La mala suerte fue que el día de la final llovió mucho y el partido se tuvo que aplazar.

Al día siguiente, el equipo y los seguidores volvimos a Hetauda y esta vez sí, el encuentro se jugó bajo un calor asfixiante. El único gol del partido lo marcó Bhimphedi en la primera parte. ¡1-0! ¡CAMPEONES! ¡Y nuestros 3 jugadores jugaron la final! La celebración no se hizo esperar, una vez entregada la copa y las medallas, los jugadores estuvieron bailando y haciéndose fotos con la copa y la afición. Después de un rato, el autobús nos recogió y volvimos a Bhimpedhi. La celebración continuó todo el viaje de vuelta, con los bombos y los platos para asegurar que todas las familias entre Hetauda y Bhimphedi se enteraran del hito conseguido. «¡Es la primera vez que ganamos este torneo!» A juzgar por la ilusión de los jugadores y el recibimiento que hizo el pueblo al equipo cuando llegaron a Bhimphedi, parecía el Fútbol Club Barcelona (o Fútbol Club Bhimphedi, como dicen ellos) haciendo el desfile tras ganar la Copa de Europa. ¡Enhorabuena Campeones!

img_20160817_153844
Ramraj recibiendo la medalla de campeón.
img_20160817_153918
Luv recibiendo la medalla de campeón.
img_20160817_153922
Kamal recibiendo la medalla de campeón.
img_20160817_154117
¡El equipo campeón con la copa y las medallas!

img_20160817_154131

img_20160817_154308

img_20160817_160023-copia-2
Los tres chicos de la casa de acogida que estaban en la selección de la escuela i ganaron el campeonato de fútbol. De izquerda a derecha: Luv, Kamal y Ramraj.

Una vez pasado el torneo, la región de Hetauda hizo una selección de los mejores jugadores de los diferentes equipos. La buena noticia es que seleccionaron a Ramraj, nuestro pequeño Messi!

El equipo ganó también todos los partidos de esta segunda fase y se clasificaron para la fase de Katmandú, la capital del país. Ramraj disfrutó mucho de este campeonato, aunque al perder el primer partido y empatar el segundo, no les permitió clasificarse para la final. Sin embargo, volvió a la casa de acogida con una gran sonrisa.

La fiesta del primer arroz

Escrito por Marina Viñas y Joana Alsina, voluntaria de la casa de acogida

El pasado domingo fué un día importante para que una de las familias del pueblo, por que celebraban el «Bhat khuwai» (el primer arroz) de Chesang, su bebé de seis meses, uno de los 16 rituales básicos que forman parte de la vida de un hindú.

Para aprovechar el evento, la familia celebró también «Ghunyo Choli» de su hija Chheku Dolma (una celebración en el que los padres dan ropa a su hija, celebración obligatoria para toda niña a cualquier edad, pero siempre antes de que tenga la edad de casarse).

Tres niños de la casa de acogida estuvieron de suerte, porque estudian en quinto de primaria, en la misma clase que la Chheku, así que fueron invitados a la fiesta también.

La fiesta comenzó de madrugada y la gente fue pasando por la casa, llevando su regalo para los homenajeados. Por la tarde pudimos disfrutar de esta celebración todos juntos: Dani, la Manisha, Ramesh Thami, Bishnu, Sushil y los voluntarios de Balmandir. Allí había más de medio pueblo. Posiblemente unas 200 personas!

baixap1050932
Manisha y Dani con los tres niños de la casa de acogida que fueron invitados a la fiesta.
baixap1050919
Algunas de las amigas de Chheku.

Una carpa hecha con telas de colores decoraba el patio donde se servía el Dalbhat y los postres. Una gran cantidad de sillas y bancos estaban dispuestos donde se servía el “snack”. Chicos y chicas iban pasando rellenando vasos y sirviendo comida a todos los invitados. Una vez llenos nos fuimos al patio y empezó el bailoteo. ¡Una gran fiesta!

portadafestaarros-web

baixap1080792

La familia de Balmandir crece!

Escrito por Joana Martínez, voluntaria de la casa de acogida

La semana pasada llegaron a nuestra casa de acogida tres nuevas habitantes dispuestas a compartir con nosotros un buen montón de aventuras. No llegaron en jeep ni en autobús, ni en ningún medio de transporte convencional. Tampoco presentan las características habituales de la mayoría de recién llegados que vienen de visita o para quedarse una larga temporada. Eso si, nuestras nuevas compañeras han venido para quedarse y tuvieron una cálida bienvenida por parte de todos aquellos que nos encontrábamos en Balmandir para recibirlas. Ya os imagináis de quien se trata? Queréis una pista más? Son peluditas, suaves como un peluche, graciosas y monísimas! Ahora si…?

DSC_0046
Kush cuidando tanto a la madre como a la hija!
DSC_0015
las dos hermanas a penas se tienen en pie.
DSC_0074
La madre cariñosa con la pequeña.
DSC_0009
Kush con toda la familia.

Las nuevas habitantes de Balmandir no son ni más ni menos que tres cabritas recién nacidas! Ya hace unos meses que cuatro de las cabras están embarazadas y poco a poco irán naciendo las pequeñas. De momento ya tenemos a tres, que llegaron con menos de una semana de diferencia y esperamos con impaciencia que el resto de primitas hagan lo mismo durante las siguientes semanas.

Las didis y Kush se preocuparon en todo momento de que las madres tuvieran un parto lo más cómodo posible y que las pequeñas estuvieran bien atendidas durante sus primeras horas de vida. Kush es nuestro niño pastor: se encarga de de sacar los animales a pastar, de alimentarlos correctamente, de curarlos cuando tienen alguna pequeña herida… hasta les pone producto antipiojos y los desparasita cuando hace falta! así pues, como ya os podéis imaginar, la llegada de las cabritas ha sido un bonito acontecimiento. Tendriáis que ver como se desvive por ellas!

El resto de Balmandir fuimos pasando para darles la bienvenida correspondiente y deshacernos en «oooooois» y «aaaaais» viéndolas dar sus primeros pasitos patosamente y la gran aventura que representó para ellas conseguir llegar correctamente a la teta de su madre sedientas. Os dejamos algunas de sus primeras fotografías para que también las podáis disfrutar! Hasta pronto!

img_20160811_175251209-web
Didi Maya, Santay yo con las cabritas.
cabri-web
Las dos hermanitas.
cabri2-web
La más pequeña de la familia!
cabri3-web
Kush ayudando a la más pequeña a encontrar comida!

Un invernadero en el huerto de Balmandir

Escrito por Joan Fisse, voluntario de la casa de acogida

Para mejorar el rendimiento del huerto de Balmandir y proteger las plantas de las lluvias torrenciales de los monzones que hacen caer los frutos antes de tiempo, nos pareció interesante construir un invernadero, o para ser más exactos un «tunnelhouse» cuya función es hacer de paraguas gigante. Buscamos información sobre construcciones similares en Nepal y vimos que el material más utilizado es el bambú atado con alambre y cubierto por un plástico. Y nos pusimos manos en la obra.

En primer lugar escogimos la localización dentro del huerto y nos decidimos por una parcela que en ese momento estaba yerma y nos permitía hacer un invernadero de 20m x 5m. Estábamos condicionados en cuanto a la anchura por el tamaño de los plásticos disponibles. Sólo tenía un problema: en medio había un árbol que servía de soporte a un pepino que estaba en plena producción. El huerto está lleno de pepinos gigantes, y no hay día que no venga un niño con un plato con uno de sus pepinos a trozos ofreciendo a los otros niños, personal y voluntarios.

Tras varias conversaciones el mismo día por la tarde el árbol y el pepino que había en la parcela deseada habían desaparecido: la didi Santamaya había tomado la decisión.

1

Emprendimos la aventura de ir de compras. Hay que ir a Hetauda (unos 26 km desde Bhimphedi en coche de línea). Teníamos que localizar los materiales y transportarlos. Lo más complicado de transportar fueron las 60 varas de 6-8 m de largo de bambú. La baca del autobús da para mucho y allí las llevamos. Todo el mundo participó a descargarlas cuando llegamos al centro de acogida.

2

3

Mientras íbamos limpiando el terreno de malas hierbas con la colaboración de todos. En ello también nos ayudó en Pere, un voluntario que estuvo unos pocos días. Construimos las seis porterías que debían soportar toda la estructura con las bases protegidas con pintura contra la humedad y empezamos a poner el primer bambú. Sobre las porterías y los pilares centrales fuimos construyendo el resto de la estructura, siempre que la lluvia nos lo permitía.

Pero con lo que los Monzones no contaban fue con la llegada de Esther, un refuerzo de nivel, experta en agricultura y gestión de invernaderos, que nos dio el empujon que nos faltaba para poder finalizar la construcción de la estructura y de los siguientes pasos hasta terminar el trabajo.

7

8

10

Después de poner un entramado de alambre para evitar las bolsas de agua, llegó el momento de poner el plástico. Fue un momento emocionante ya que la teníamos que estirar entre tres personas, todos coordinados. Con la ayuda de tres perchas con sacos en la punta, tres personas más lo iban acompañando el plástico para evitar que se desgarrara con alguno de los obstáculos.

Una vez puesto a prueba con las lluvias torrenciales de los últimos días, hemos ido rectificando las zonas del techo de plástico donde se formaban charcos de agua.

Paralelamente dos brigadas se han ocupado de sacar dos cepas que nos quedaban en medio del invernadero. Nos queda rellenar de tierra los agujeros de las cepas, solarizar el terreno para reducir al máximo las malas hierbas y los habitantes no deseados del suelo (gusanitos de todo tipo), aportar un poco de abono y ya se podran cultivar tomates, fresas y lo que convenga.

Todo esto no hubiera sido possible sin la participación de todos incluidos los nuevos voluntarios Mireia y Jordi y los retornados Laura y Pol (voluntarios de hace dos años y medio que nos vinieron a visitar por un par de días, pero no dejaron de trabajar.

11

14009997_10154260463986648_289987351_n
Laura y Pol sacando una de las cepas de dentro del hivernadero.
14017593_10154260465706648_1136320072_n
Laura dos años y medio vuelve a visitarnos en Bhimphedi.
pol-manoj-2014-2016
Pol y Manoj, antes y después.
IMG_7007
Jordi, después de sacar una cepa, celebrandolo por todo lo alto.
IMG_6998
El equipo que ha conseguido sacar una de las cepas.

12

Bernat, un voluntario que ha pasado como un rayo por aquí, nos ha ayudado mucho tanto con la construcción de una mesa de germinación como en los trabajos de altura en el montaje de la estructura. En la tabla ya tenemos alguna plantita de Moringa creciendo. Además, Bernat nos ha dejado el taller que da gusto, para que no se pierdan las herramientas del huerto, las herramientas de taller y los materiales de uso común.

20160811_152927-web
De izquierda a derecha: Rojan, el chico de la casa de acogida de mayor edad, que ayuda en todo mientras hace reir a todo el mundo. Esther y Joan, los voluntarios que han dirigido el proyecto del invernadero de forma genial. Bernat, voluntario que en 20 dias ha hecho montones de trabajos. Y Joana, voluntaria que lleva casi 4 meses trabajando en la casa de acogida.
14
Mesa de germinación hecha por Bernat.
13
Una planta de Moringa que ya ve la luz.
20160812_102221
Taller de Balmandir, después de la visita de Bernat.

Una vez los niños rellenaron los agujeros de tierra, los más pequeños se animaron a ayudarnos con la solarización. ¡Un gran trabajo de equipo! En un santiamén tenemos el plástico sellado. Sólo queda esperar 3 o 4 semanas y ya podremos plantar!

16

15

Gracias a la información que nos ha dado la didi Maya podremos preparar una buena programación para plantar en el invernadero.

¡Esperamos la primera cosecha con ansia!

Janay Purnima, la Luna llena de agosto

Una de las niñas que llegó nueva en el centro de acogida este pasado mes de abril se llama Purnima, que quiere decir «Luna llena» en nepalí. Un nombre muy apropiado, porque sus ojos son tan espectaculares como la Luna en su mayor esplendor.

Este pasado jueves 18 fue la Luna llena de Agosto, y en Nepal esto se conoce como Janay Purnima, un festival que se celebra en todo el país, y en la India, de diferentes maneras.

Para los Nepalís hinduistas de las montañas, los sacerdotes se frotan las manos, porque es un día de mucho trabajo para ellos: enrollando un hilo coloreado de rojo y amarillo alrededor de las muñecas izquierdas de toda la gente, a cambio de unas cuantas rupias. Este tipo de pulsera los protegerá, y no se la pueden quitar hasta el Tihar, un festival que celebran a principios de noviembre.

Para los Nepalís hinduistas de las planicies colindantes con la India, las hermanas ponen unas pulseras y una «tica» en el frente de sus hermanos, en señal de estima.

20160818_093802-web
Beli, una de las trabajadoras del centro de acogida, poniendo las pulseras en Janay Purnima. Las dos trabajadoras que se cuidan de los niños pusieron pulseras a todos los niños y voluntarios.
20160822_210327
De arriba a abajo: la pulsera de Maya, la pulsera de Beli y la pulsera del sacerdote.

En todas las casas comen “quati”, una mezcla de 12 diferentes tipos de legumbres medio germinadas acompañadas con carne de búfala, que les da energía para recuperarse después de vivir la época de lluvias.

El día antes del festival Purnima, nuestra niña de los ojos cautivadores, ya nos había avisado: «Mañana es mi cumpleaños!». En el archivo, la fecha de cumpleaños que tiene asignada no es ésta (además este festival cambia de día con la Luna). Pero su hermano, un añito mayor que ella, corroboró la versión de su hermanita. Así que el día de la Luna de agosto, no sólo celebramos el festival de Janay Purnima, sino que también celebramos el cumpleaños de nuestra Purnima.

La celebración fue de lo más bonita, cantando canciones y comiendo pastel a la luz de la Luna Llena de Agosto (porque durante toda la tarde no tuvimos luz por una de las averías comunes).

IMG_7067

IMG_7030

IMG_7040

IMG_7043

IMG_7047

portada-purnima-web

IMG_7095

IMG_7097

De regalo una caja de lápices de colores, otra de plastidecors y aún una tercera cajita de pinturas, con una pequeña libreta de hojas blancas para dibujar. Todo envuelto entre decenas de papeles de periódico, y la niña exultante de alegría.

IMG_7100

IMG_7101

IMG_7102

IMG_7110

IMG_7111

La diversidad de festivales de Nepal, y con la intensidad que se celebran, no deja de sorprender: para que os hagáis una idea, el día siguiente de Janay Purnima, celebramos Gay Jatra (festival de la vaca de la casta Newar) donde una procesión conmemora los difuntos de este año. El jueves de la próxima semana celebraremos Krishna Astami (aniversario de Lord Krishna), el viernes Bhimsen Jatra (equivalente a la fiesta mayor de Bhimphedi). La siguiente semana el día del padre, la siguiente el festival de la mujer Teej, la siguiente Indra Jatra, y entre medio un festival islámico que no se sabe exactamente qué día lo celebraremos hasta el día antes. Es un país de festivales.

gai-jatra-01-web
Una vaca maquillada para la ocasión: Gai Jatra.
gai jatra 05
Prachande, el personaje cómico de Gai Jatra. Con su cubo lleno de agua y caca de vaca, ensucia a todo aquel necio que se atreve a acercarse.
gai jatra 1
Algunos niños vestidos para la ocasión, en el festival de la vaca hacen tributo a los difuntos del último año.

También debemos decir que no sólo estamos entretenidos por estos festivales, sino que también tenemos huelgas de buses, debido a que la policía de tráfico des de la semana pasada no permite que vaya gente de pie en los autobuses, lo que deja a los propietarios los buses sin negocio y los aldeanos sin transporte, porque nunca hay asientos disponibles. Y naturalmente si no hay buses, los maestros no pueden venir al pueblo a dar classe, así que la escuela pública también está cerrada. Como decía, es un festival de país.

Hasta pronto Marcel!

Escrito por Joana, voluntaria de la casa de acogida de Bhimphedi.

El viernes pasado dijimos adiós a Marcel, que después de tres meses, ha puesto punto y final a la maravillosa aventura que representa trabajar como voluntario en Balmandir. Como ya es habitual cuando un voluntario se va, Marcel apareció temprano para despedirse de todos nosotros. La didi Maya ya le esperaba en la cocina con el ritual de rigor preparado: en un platito, el sindoor, el polvito rojo hecho con plantas para marcar la tikka en la frente de la persona; un collar de flores cosido a mano y un pequeño ramo de flores silvestres. Con todo esto, los que se quedan desean buen viaje y suerte al que se va.

Des de mi perspectiva, el momento en qué la didi pone la tikka al voluntario que se despide siempre es muy emocionante. Es un pequeño gesto que evoca en pocos segundos la intensidad de todas las experiencias, emociones y anécdotas vividas durante el tiempo que la vida nos ha reservado en este lugar mágico. Es un gesto que indica que la experiencia está a punto de terminar y que toca hacer las maletas y llenarlas con todo lo que hemos aprendido, con las caras y las sonrisas de toda la gente que hemos conocido y con el recuerdo de los momentos más especiales con los niños de Balmandir.

img-20160731-wa0004-1-web
Manoj entregando los ramos de flores a los padres de Marcel, que pasaron por Bhimphedi a recogerlo.
img-20160731-wa0012-web
Y Anoj haciendo lo mismo con Marcel.
img-20160731-wa0003-1-web
La didi Bely emocionada despidiendo a Marcel mientras sus padres se lo miran (también emocionados!)
img-20160731-wa0006-1-web
Marcel, la torre de Bhimphedi, acompañado por Krishna, la didi Maya y la didi Sushila.

Marcel superó este momento como un campeón y, manteniendo el tipo en todo momento (otros no lo conseguimos tanto…), se despidió de los niños, de las didis, de Krishna (el director), de Kali, Ophsi i Tate (los perros), de Dani, del resto de voluntarios y de este lugar tan impresionante que es Bhimphedi ahora que los monzones han hecho renacer las montañas y los ríos (por fin!) bajan con fuerza.

Los que nos quedamos en Balmandir (aunque algunos por poco tiempo), te deseamos muy buen viaje y la mejor suerte en la nueva etapa post-Bhimphedi que estás a punto de empezar. Esperamos que lleves contigo allá donde vayas los mejores momentos de esta experiencia. Y… recuerda… siempre nos quedará Bhimphedi!

img-20160731-wa0011-1-web
Marcel y yo, el duo de voluntarios de Balmandir estos tres meses.
img-20160731-wa0009-web
Foto de grupo antes del adiós!
img_20160729_072939519-web
Marcel y sus padres escortados por Ophsi y Kali camino hacia el jeep con las mochilas bien decoradas!
IMG-20160731-WA0011
Marcel y yo, el duo de voluntarios de Balmandir estos tres meses.

Una boda fuera de lo común

¡El coordinador de la casa de acogida se casa con una de las maestras de la escuela! Los niños de la casa de acogida están entusiasmados. Todos sus amigos les preguntan sobre el tema de moda en el pueblo.

¡Los niños de Balmandir están impacientes! Celebraremos nuestra boda en familia: con la familia de la Manisha y la mia en Nepal (es decir, los niños y trabajadores de la casa de acogida).

«¿Cuándo será la boda?», Aquí no se planifican las cosas, y si alguien hace alguna planificación seguro que le cambiarán los planes. Esta incertidumbre hace las cosas más difíciles pero más emocionantes. Incluso, cinco días antes del evento, cuando la fecha ya estaba fijada pare el domingo 26 de junio, y algunos invitados ya tenían el jeep contratado para venir el sábado, las cosas cambiaron: el sacerdote dijo a la familia de la Manisha que el domingo no era buen día para celebrar el matrimonio en el templo, así que se tendría que hacer la boda dos días antes, en viernes. Todos a correr…

El viernes por la mañana, acompañado de todos los niños y trabajadores de la casa de acogida y amigos, en un coche bien engalanado y un vestido para no olvidar, el novio se dirige a casa de la novia.

1) sortida 2

2) cotxe

2) cotxe i gent

2) gent 2

3) arribada

3) arribada i monjo

Una vez la familia recibe a la comitiva se celebra la ceremonia en el templecito y llevarse la novia. Aquí se entiende que una vez casados, la novia pasa a ser de la familia del marido. Pero en este caso, Manisha no cambiará de apellido ni dejará de ver a su familia.

1) sortida 2

2) cotxe

2) cotxe i gent

2) gent 2

3) arribada

3) arribada i monjo

El viernes por la tarde se hizo la fiesta en la casa de acogida, y todos los niños se lo pasaron en grande: decorando el centro, preparando los regalos, comiendo un montón de delicias (incluyendo cabrito, pollo y panir) y sobre todo bailando.

Vinieron a la fiesta también los niños y niñas que ya no viven en el centro este año, así que también fue una buena excusa para el reencuentro de amigos y hermanos. ¡Un día para recordar!

6) festa pel basu 3

6) festa i menjar

6) menjar 2

Uno de los regalos que nos hicieron los niños y voluntarios de la casa de acogida a los recién casados fue un vídeo: cualquier similitud a la realidad es pura coincidencia… aquí os lo dejo:

https://youtu.be/YHWSYLPphBY

La veu de Benicarló

Artículo escrito por Tonyo Fibla (voluntario de la casa de acogida de Bhimphedi) publicado en tres contraportadas de la revista en catalán La Veu de Benicarló

 

Primera parte

Terminado el relato del Manaslu ahora, como os prometí, os explicaré un poco mi experiencia como voluntario en un orfanato de Nepal, exactamente al Balmandir de Bhimphedi. “Balmandir” significa literalmente “templo de los niños”, y es un término usado en Nepal para algunas casas de acogida o orfanatos.

Bhimphedi es un pueblo pequeño 60 km al sur de Katmandú, prácticamente es un pueblo-calle en la antiguo camino principal que comunicaba Katmandú con la India. Después de construir la nueva carretera para ir de India a Katmandú por otro lado, este núcleo urbano ha cayó en decadencia.

La comunicación del pueblo con la capital no es fácil, se hace en jeeps dado que la carretera está en muy mal estado, cuando estuve yo se añadía otro problema, la falta de gasolina y gas. Resulta que por problemas políticos, a raíz de la nueva constitución nepalí, India cerró fronteras y suministraba los combustibles con cuentagotas. Esto hacía que hubiera menos vehículos, más demanda y el consecuente aumento del precio. Las colas para conseguir unos litros de gasolina eran larguísimas, y no hablemos de las de gas para obtener una bombona de butano.

Lluc y yo quedamos con Dani, el responsable catalán del Balmandir de Bhimphedi, y Anna, la encargada de los voluntarios de la asociación de Amics del Nepal de Barcelona, que casualmente estaba en Katmandú. Cogimos un jeep donde éramos todos voluntarios, entre ellos, los padres de Dani que habían venido a ver al hijo. En total ocho personas.

El viaje son 3 horas para hacer unos sesenta kilómetros. Hay dos pistas posibles, una de mala y la otra peor. De camino fui explicando mi relación con Nepal y concretando más, el motivo de haberme implicado como voluntario con Amics de Nepal de Barcelona.

Nos instalamos todo el grupo en una casa de huéspedes. Hay cocina y una sala de estar que están bien pero como todo Nepal no había gas. ¿Qué debemos hacer?

Después fuimos a Balmandir donde nos hicieron una sencilla ceremonia de bienvenida y tuvimos el primer contacto con los niños. Hay una treintena de chicos de los cuales cuatro eran niñas. Las edades iban de los seis a los dieciocho años.

Todos los niños están escolarizados. Los alumnos de primaria en la escuela comunitaria donde dan clases en inglés y los más grandes en la pública ya que para secundaria, en Bhimphedi, no hay otra escuela.

la-veu-foto-01

la-veu-foto-02

Coincidimos en fechas vacacionales entre las fiestas de Dashain y Tihar, las fiestas más importantes de Nepal de las que ya hemos hablado otras veces.

Según nos informó Dani, este curso con todos los problemas generados por el terremoto, las tareas escolares han sido un desastre. Por cierto, el terremoto dejó la huella en el edificio más antiguo, se ven unos cuantos grietas, pero el resto de edificios están en perfecto estado.

Casualmente el primer terremoto les pilló haciendo la inauguración de la pista de baloncesto del pueblo en un lugar al aire libre y sin ningún edificio alrededor. No, nadie resultó herido pero el susto no se lo quitó nadie del cuerpo.

la-veu-foto-03

 

Segunda parte

El horario del orfanato nos puede sorprender un poco: los niños se levantan a las 6 de la mañana, toman el té y hacen un rato de estudio. A las 9 comen el arroz, el dal bhat, bastante hemos hablado sobre esta comida en los relatos de los trekkings. A las 10 van a la escuela. A mediodía acuden otra vez en el centro, comen algo y vuelven a la escuela hasta terminar la jornada escolar a las 4. Juegan un rato y sobre las seis y media comen el segundo plato de dal bhat. Después vienen las horas de estudio y a las 9:30 todos a dormir.

Durante su estancia los voluntarios realizan actividades de todo tipo con los niños: ayuda en las horas de estudio, juegos, excursiones, trabajos, baños en el río, trabajos de todo tipo… Hay que decir también que el ritmo de vida de aquí y de Nepal no es el mismo. Las horas no pasan igual aquí que allí

El orfanato dispone de unos terrenos con seis edificios: uno que hace de comedor y cocina, dos bloques que son habitaciones, uno de duchas y servicios, otro edificio que se usa de sala de estar y biblioteca con el ordenador y un último edificio, el más antiguo, que en estos momentos está en mal estado por lo que se usa solo de taller. Debemos añadir los lavaderos y gran tendedero cubierto (cada niño se lava su ropa, no hay lavadora). Pensad el tráfico que conllevaba todos los niños entrando y sacando la ropa tendida en época de los monzones. En ese momento, como no había gas, la comida se hacía con unos “fogones” de fuego de leña improvisados con unas piedras fuera en el huerto, junto a las duchas.

A la hora de cocinar el dal bhat, siempre ves a alguien ayudando a las Didis (“didi” significa literalmente hermana mayor), que son las mujeres que están siempre a punto para todo: cocinar, servir, ayudar en cualquier cosa y muchas, muchas veces, hacer de madres siempre con la sonrisa en los labios.

En el resto del terreno podemos ver un campo de fútbol que se lo han hecho los chicos: despedregar-lo nivelarlo y plantar las porterías. Todo lo han hecho ellos.

la-veu-foto-04

la-veu-foto-05

Un corral con gallinas, conejos y patos. Dos corrales más, uno para las cabras y el otro con una búfala con su cría que da leche para todos los niños. El responsable de los animales es Kush, un muchacho de 14 años encantador. Sólo tiene un rato libre ya te ves con las cabras o con la búfala.

Su hermano gemelo, Lov, es un manitas. Siempre está con un martillo y cuatro llaves en la mano o con el serrucho haciendo algún trabajo de carpintería. No ha terminado algo que ya piensa qué hará después.

Cuando los chicos te ven que estás haciendo algo, enseguida tienes tres o cuatro que vienen a ayudarte.

la-veu-foto-06

 

Tercera parte

En ese momento estaban haciendo un cerrado para las cabras y había que hacer unas puertas. Allí está Kul, muchacho de 18 años, serio pero muy trabajador y buena persona, para hacer todo lo que sea de obra. Su mente, en aquellos momentos, estaba en la balsa para los patos que quería construir. Y lo consiguió, però balsa al final se está utilizando para hacer compost.

Otras tareas de los chicos son las del huerto: cebollas, habas, espinacas, frijoles, forraje para los animales…

Si hay que hacer un dibujo para decorar algo allí está el artista: Ramesh. Para los juegos de magia y dispuesto a todo está Rojan. Son dos niños muy especiales, como muchos otros. Me sabe mal no poder nombrar a todos ellos por sus cualidades.

También están los que no paran y están siempre pidiéndote algo a la que muchas veces tienes que decir que no, pero no se cansan de mendigar. Es normal, son niños.

¿Juguetes? ¿Qué juguetes? Los juguetes se los hacen ellos. Primero piensan que van a hacer, después se lo hacen y finalmente juegan. Son tres actividades mucho mejores que cualquier juguete.

Recortando cartón, aprovechando el plástico de unas botellas, cuatro maderas, dos cañas, cuatro papeles… Su cabeza no para.

Son niños con muchas carencias materiales pero la calidad humana de estos chicos te hace replantearte muchas cosas de lo que hacemos aquí, de cómo educamos y el poco valor que damos a las cosas.

¿Problemas? Claro que los hay, pero todo se soluciona poniendo un poco de voluntad de cada uno.

Cabe también destacar la solidaridad que hay entre los más grandes y los más pequeños. ¡Como se ayudan unos a otros!

la-veu-foto-07

la-veu-foto-08

Desde estas líneas quiero dar las gracias a todos los niños del Balmandir de Bhimphedi: Jay, Anuj, Arati (Irati, incansable), Ashish, Ashok, Basu, Binita, Bipana, Bishnu, Bishwa, Kamal, Kiran, Manuj (el ratoncito), Sushil, Raju (que no para), Ramraj (Tiago), Ramesh II, Sanu, Saran, Sita, Som, Sujan, Sumit (siempre elegante) y los que he ya he mencionado antes. Para todos, muchas gracias.

Cuando volveré, algunos ya no estarán pero habrá otros nuevos.

También quiero agradecer a todos los que habéis colaborado de alguna manera con el Balmandir de Bhimphedi: colegio Francesc Català de Benicarló y Jaime Sanz de Peníscola, Caixa Rural de Benicarló, Penya Setrill, muchos amigos y conocidos… ah! y a todos los que fueron a la boda del siglo (Marta-Gyan) que se presentaron en Nepal cargados de ropa para el orfanato y llenaron un jeep.

En octubre volveré a Nepal, si alguien tiene algún portátil que lo pueda donar que se ponga en contacto conmigo.

la-veu-foto-09

www.amicsnepal.org/bhimphedi