¡Hay yogur para merendar!

Escrito por Joana Alsina voluntaria de la casa de acogida

En Balmandir, a las seis de la mañana se prepara el té para los más grandes y se calienta la leche de búfala para los más pequeños. Cada día se consumen unos 5 litros de leche fresca, que durante el resto del año se terminan en un abrir y cerrar de ojos. ¡A la hora del estudio ya no queda ni una gota! Pero como algunos ya sabéis, estamos en unas fechas muy especiales y algunos de los más mayores se han marchado para celebrar el Dashain. Por esta razón cada día nos quedan unos cuantos litros de deliciosa leche de búfala. Hacer mozzarella nos pareció demasiado arriesgado, así que decidimos intentar hacer yogur.

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Transformar la leche en yogur no es muy complicado. Sólo se necesita una ración de yogur de muestra – que permitirá transformar la leche-, un termómetro – para medir la temperatura de la leche y del agua – y una yogurtera. Aquí en Bhimphedi no tenemos ni yogurtera ni termómetro, pero decidimos intentarlo de todas formas.

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Cada día cogemos dos litros de leche y la pasteurizamos. Una vez ya ha hervido, la dejamos enfriar al mismo tiempo que ponemos otra olla con agua al fuego, que hará la función de yogurtera. Una vez que la leche se ha enfriado un poco y creemos que está a 46 grados, añadimos un yogur y mezclamos, intentando que no queden grumos. Con un cucharón llenamos los vasos metálicos y los ponemos dentro de la olla al baño maría.

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Yogures al baño maría.

Cuando los tenemos todos dentro se tapa con un plato y para conservar el calor lo sellamos con cinta aislante. Una vez todo está listo lo envolvemos con una manta para guardar el calor durante toda la noche, como si fuera una yogurtera.

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Esperando consegir buenos yogures.

A la mañana siguiente, antes de hacer el té abrimos la olla y… ¡a ver qué nos encontramos! Como no tenemos termómetro un día los yogures son líquidos, otro día tienen grumos y de vez en cuando los yogures nos quedan como es debido. No nos gusta la rutina así que ya nos parece bien. Los guardamos en la nevera hasta que tenemos suficientes para todos los niños y cada tres días en Balmandir ¡hay yogur para merendar!

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