Escrito por Mireia Masó y Jordi Giral, voluntarios de la casa de acogida
La actualidad futbolística de Balmandir ha sido muy movida durante el pasado mes de agosto. Como si de fútbol profesional se tratara, los focos de atención del verano han sido la mejora del campo de fútbol de Balmandir, los partidos amistosos, el fichaje de algunos de nuestros jóvenes para el equipo de la escuela de Bhimphedi y incluso la selección de nuestro pequeño Messi para el equipo de la región.
Desde hacía un tiempo que teníamos problemas con los balones que se pinchaban demasiado a menudo. ¿El motivo? Al chutar fuerte, el balón se va fácilmente a la valla de la prisión del otro lado de la calle y los espinos las pinchan. Después de darle vueltas a cómo solucionarlo, decidimos que haríamos una red metálica para ponerla detrás de la portería. Tan pronto compramos el material necesario, Luv se puso a trabajar y en pocos días logró construir una gran red de unos 10m de ancho por 3m de alto. Desde entonces, ningún otro balón se ha pinchado.
Por otra parte, las porterías de madera empezaban a tener problemas de estabilidad y decidimos desmontarlas para evitar percances. Las reconstruimos, asegurando mejor las juntas, las pintamos con pintura protectora negro para hacerlas más duraderas y las clavamos en el suelo con un poco de cemento. Finalmente, pintamos franjas blancas y quedaron unas porterías que esperamos duren mucho tiempo.
Para celebrarlo, jugamos un partido con los jóvenes que duró casi dos horas, con un resultado final de 10-9 a favor del equipo de Dani, que ganaron al equipo de Jordi, con gol final de Ramraj, la estrella del grupo. Sólo el silbato que anunciaba la cena dio descanso a los jugadores, que tan contentos como cansados se fueron a buscar el merecido Dal Bhat de la tarde.
En el apartado de fichajes, Kamal, Luv y Ramraj fueron seleccionados para jugar con el equipo que la escuela de Bhimphedi montó para participar en un torneo regional en Hetauda. Después de 4 victorias, algunas muy igualadas porque llegaron a penalties, llegaron a la final del torneo. La movilización de la escuela fue espectacular, pusieron un bus para ir a Hetauda y muchos jóvenes, profesores y voluntarios fuimos a ver el partido. La mala suerte fue que el día de la final llovió mucho y el partido se tuvo que aplazar.
Al día siguiente, el equipo y los seguidores volvimos a Hetauda y esta vez sí, el encuentro se jugó bajo un calor asfixiante. El único gol del partido lo marcó Bhimphedi en la primera parte. ¡1-0! ¡CAMPEONES! ¡Y nuestros 3 jugadores jugaron la final! La celebración no se hizo esperar, una vez entregada la copa y las medallas, los jugadores estuvieron bailando y haciéndose fotos con la copa y la afición. Después de un rato, el autobús nos recogió y volvimos a Bhimpedhi. La celebración continuó todo el viaje de vuelta, con los bombos y los platos para asegurar que todas las familias entre Hetauda y Bhimphedi se enteraran del hito conseguido. «¡Es la primera vez que ganamos este torneo!» A juzgar por la ilusión de los jugadores y el recibimiento que hizo el pueblo al equipo cuando llegaron a Bhimphedi, parecía el Fútbol Club Barcelona (o Fútbol Club Bhimphedi, como dicen ellos) haciendo el desfile tras ganar la Copa de Europa. ¡Enhorabuena Campeones!
Una vez pasado el torneo, la región de Hetauda hizo una selección de los mejores jugadores de los diferentes equipos. La buena noticia es que seleccionaron a Ramraj, nuestro pequeño Messi!
El equipo ganó también todos los partidos de esta segunda fase y se clasificaron para la fase de Katmandú, la capital del país. Ramraj disfrutó mucho de este campeonato, aunque al perder el primer partido y empatar el segundo, no les permitió clasificarse para la final. Sin embargo, volvió a la casa de acogida con una gran sonrisa.