¿Qué hacen dos nepalís, un catalán y cuatro vascos a las 4 de la mañana en un remoto valle de Nepal?
Nos espera una caminata de una hora hasta Damar, donde hemos quedado para recoger a nuestra Búfala (bhaisi en nepalí) y su cría macho. Está despejado, lo que hace que la subida sea más llevadera… y por suerte en Damar nos acogen con un riquísimo té, hecho como no, con leche de búfala recién ordeñada.
Al cabo de un rato nos traen nuestra búfala… aquí empieza la parte más interesante de la mañana: bajarlas por la larga pista hasta Bhimphedi sin que se nos despeñen o se paren a descansar en la mitad del camino… Dos horas más tarde llegamos a Balmandir y los niños las reciben con gritos y carreras, las acompañan hasta su nueva casa… y abrazan y estrujan por primera vez al pequeño de la familia.
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Estas últimas semanas hemos estado inmersos en la preparación de la cuadra para las búfalas y las cabras (bakhara en nepalí). Lo primero que hubo que hacer fue vaciar el espacio que íbamos a utilizar como cuadra ya que estaba lleno de vigas de madera. Algunas de ellas eran muy largas y pesadas por lo que tuvimos que pedir ayuda a los trabajadores de la cárcel. Después de que Dani visitara la cárcel por lo menos diez veces para pedirles ayuda al fin vinieron …
Dos semanas más tarde al fin tuvimos el espacio vacío, con lo que empezamos con las reparaciones… y parecía fácil: una de las vigas estaba partida, uno de los pilares totalmente podrido, al sustituir éste tuvimos que mover el de al lado, la chapa que hacía de pared trasera estaba puesta con la ondulación del revés de forma que el agua entraba hacia dentro, el tejado necesitaba arreglos, hacer la puerta no fue nada fácil, colocamos una antigua puerta metálica inutilizable como parte de la pared (y cómo pesaba!), pusimos 6 pilares para atar a las búfalas, una capa de hormigón para allanar el interior y darle pendiente… Poco a poco la cuadra fue tomando forma. Entre tanto también hicimos una pequeña ampliación a la caseta para colocar allí las cabras (anteriormente ya teníamos patos y gallinas, y una perra con tres crías de menos de un mes de edad. Este orfanato se está convirtiendo en una granja!).
Por otro lado las cabras y las búfalas necesitan hierba, mucha hierba… así que hemos dedicado toda la parte baja del terreno de huerta para plantar hierba: Primero vinieron a pasar los bueyes, luego retiramos todas las hierbas y maleza restante, y después fuimos sembrando poco a poco las semillas… al de unos días repetimos el proceso en la otra mitad del terreno. Pero claro, para separar la zona de pasto de la zona de huerta hace falta una valla… así que, qué mejor que construirla nosotros mismos! Esta historia la dejamos para un próximo post…
Lo dicho, por fin tenemos búfalas en nuestra granja!!
Nerea y Mikel
Voluntarios de larga estancia de Amics del Nepal para la casa de acogida de Bhimphedi y el programa de reconstrucción y mejora de la vivienda afectada por el terremoto.
P.D. ¿Os hemos contado que Ricardo y Jorge vinieron de Kathmandu anteayer y trajeron 4 conejos en la chistera? Sí. En Balmandir también tenemos conejos.