Mònica Sans, Coordinadora de Bhimphedi AWASUKA, Programa de Mejora del Hábitat:
Julio de 2015
Después de dos años vuelvo a Bhimphedi. La primera sensación es como si me hubiera ido ayer, pero muchas cosas han cambiado: algunos niños se han ido de Balmandir y han venido nuevos, Dani está viviendo desde el pasado otoño y haciendo muchas mejoras, el pueblo ha visto irse a algunos de sus habitantes y ha recibido de nuevos… pero sin duda, lo más importante de todo es que Bhimphedi ha pasado un terremoto; el más violento que ha sufrido el país desde hace 81 años.
Este es el motivo que me ha llevado de nuevo a Nepal, en un viaje muy diferente a todos los anteriores. Voy acompañada de dos arquitectos especializados en cooperación: Pedro Lorenzo, del CCD-UPC y Emma Ferrer, de Base-A. En quince días, siguiendo las directrices de Pedro, nos proponemos identificar el estado de las construcciones de Bhimphedi, las voluntades del gobierno central y la situación social y organizativa del municipio; con el fin de ver las posibilidades de desarrollar un programa de reconstrucción.
Dani se nos une cuando llegamos a Katmandú. Ha dejado su amado Bhimphedi para acompañarnos durante el viaje, a todas las visitas y reuniones que hacemos. Él será una pieza básica de este proyecto, ya que reside en Bhimphedi y podrá hacer el control económico. Conoce bien el pueblo, sus gentes, la sociedad nepalí y su lengua, lo que nos facilitará mucho las cosas.
Desde dentro del taxi que nos recoge del aeropuerto, nos sorprendemos al ver que la ciudad no está ni mucho menos, tan afectada por el terremoto como nos esperábamos. Los medios sólo muestran imágenes de los centros históricos gravemente afectados, pero hay muchos barrios nuevos que han soportado el terremoto muy dignamente. Cuando llegamos a nuestro supuesto hotel, nos damos cuenta de que Dani nos ha conducido a casa de Geeta, la contable de Amics del Nepal. Muy generosamente, ella y su familia se han ofrecido a alojarnos en su casa durante nuestra estancia en la capital.
Los dos días en Katmandú pasan rápido. De tantas cosas que hemos hecho nos ha parecido una semana. Visitamos el Centro de Salud de AN, el barrio de Maijubahal, la Stupa, el barrio de Boudhanath, hacemos reuniones con NSET (Nepal Society of Earthquake Technology), con Bhupendra Pradhan y Juanjo Rodríguez, con la gente de Petit Món y en Dani Tejedor (arquitecto que colabora), con el Rotary Club Kantipur, etc… Todas las reuniones son muy interesantes, hay un gran interés en colaborar por parte de todas las ONG para trabajar de una forma más coordinada. Entre tanta reunión encuentro un momento para escaparme con Dani a ver uno de nuestros chicos que ha salido este año de Balmandir: el Ashok Siwakoti. Parece que está adaptándose bien a su nueva vida de ciudad y, además, estamos muy contentos de que en Bhuphendra nos eche una mano con su alojamiento.
Finalmente, llega el día de marcharse de Bhimphedi… la emoción y los nervios son indescriptibles.
El viaje transcurre sin problemas y hacia el mediodía llegamos al pueblo. Después de instalarnos en casa de Bhuphendra y de saludar a unos cuantos personajes, vamos directos a Balmandir. Pedro y Emma tienen mucha curiosidad por ver cómo será, ya que nunca antes han estado en un orfanato. Para su sorpresa, y como nos pasa a todos, encuentran que es un lugar mucho más alegre y bonito de lo que imaginaban. Se quedan encantados con el calor humano de los niños y del personal. A mí los niños me reciben como si fuera ayer, reclamando la canción «Water Paan». Me sorprende ver que aún la recuerdan después de 2 años, y que tengan tanto interés en cantarla. Sin darse cuenta, me encuentro en la sala de juegos, ukelele en mano y cantando con unos cuantos incondicionales. Después algunos de ellos me llevan a hacer una ruta por todo el orfanato, para ver las novedades: los patos, las gallinas y el corral, el huerto lleno de más hortalizas que nunca, el futuro estable de las búfalas, la «sala de cine», etc. Es muy gratificante ver todas las mejoras que se han hecho: bravo Dani!
Los siguientes días en Bhimphedi hacemos mucho trabajo: visitamos casas de los diferentes Wards y nos entrevistamos con diferentes personas y entidades del pueblo. Los miembros del VDC (Village Development Commitee), el comité 3E, la asociación de mujeres, la cooperativa agraria, etc. Durante las visitas nos encontramos con todo tipo de casas: totalmente derribadas, parcialmente afectadas y poco afectadas. Por suerte, en Bhimphedi el terremoto sólo ha dejado pérdidas materiales y no se ha tenido que lamentar ninguna víctima. Pero en estos momentos, el nivel organizativo es muy pobre. No hay alcalde, el secretario del gobierno ha llegado hace poco y la gente se encuentra en un estado de desprotección total: no saben qué hacer con su casa. Cuando llegamos nosotros, el ingeniero del gobierno ha revisado todas las casas de Bhimphedi y alrededores, haciendo su diagnóstico… Pero parece que tiene muchos errores y por eso nos encontramos mucha gente que lo está recorriendo, ya que no están de acuerdo con la catalogación de su casa.
A pesar de la desorganización gubernamental a nivel rural, nos llevamos una sorpresa agradable al encontrar a la gente de Agragaami muy bien organizada y con ganas de hacer cosas. Hacemos varias reuniones con ellos para ver si querían acoger un Programa de Mejora de Vivienda, y nos responden muy favorablemente. Este es sin duda uno de los resultados más positivos de nuestro viaje de identificación: encontrar un socio local que tenga interés en acoger el programa.
Un día antes de marcharse de Bhimphedi se hace la ceremonia de plantación de árboles en el campo polideportivo de Bhimphedi, que justamente se inauguró el día del terremoto. Vienen muchos miembros del Rotary Club Kantipur liderados por Bhuphendra, quien aprovecha el momento para hacernos un encargo oficial. Nos dice que quieren construir un edificio de servicios junto al campo multi deportes, y que querrían que éste fuera también uno de nuestros prototipos antisísmicos. Juanjo nos dice que está animado para conseguir financiación, pero ambos coinciden en afirmar que antes hay mucho trabajo por hacer, ayudando a las familias más necesitadas que no tienen casa. Pero quedamos de acuerdo en incorporar este encargo en nuestro programa.
Llega finalmente el día de volver a Katmandú, donde nos quedan todavía unas cuantas reuniones muy interesantes con Brian Peniston, Rabindra Puri y el presidente de NEA (Nepal Engineers Association). También vemos a Naresh y a Pemba, unos chicos que salieron de Bhimphedi hace un par de años, que estudian y trabajan gracias al proyecto joven de Amics del Nepal. Me emociona ver cómo los chicos poco a poco se van espabilando gracias a su propio esfuerzo, pero también gracias al apoyo y buenos consejos de Dani, que les hace de mentor.
Para terminar el viaje, visitamos Thamel, Durbar Square y Bhaktapur. Por primera vez en toda nuestra estancia, nos encontramos cara a cara con los efectos devastadores del terremoto: es impresionante ver la enorme destrucción que se puede causar en tan pocos segundos… una cosa es ver las imágenes por televisión, y otra muy distinta es encontrarte allí en medio.
Septiembre 2015
Mientras escribo estas líneas ya han pasado dos meses desde que volvimos. Parece mentira… Ha sido muy emocionante recordar nuestras aventuras durante aquellos quince días tan intensos. Le había prometido a Dani que escribiría este texto nada más volver, pero la verdad es que me ha sido imposible hacerlo antes. Nada más llegar, todo el equipo de arquitectos estuvimos inmersos en la elaboración de un informe de casi 100 páginas, liderado por Pedro. Entre otras cosas, estuvimos ordenando todas las fichas de las casas visitadas y situándolas en Google Maps. Mucho trabajo… pero que irá muy bien para iniciar la labor de la cooperativa de mejora de vivienda de Bhimphedi. (En este pueblo, y en casi todo Nepal, no hay planos municipal de parcelas, ni numeración de casas, ni nada de todo esto, y pensamos que utilizar la plataforma de Google Maps sería una buena iniciativa para empezar a ordenar un poco este tema).
A principios de septiembre hicimos una reunión de junta de Amicss del Nepal. Pedro, Anna Altemir (fundadora de Base-A) y yo misma, estuvimos explicando el programa de mejora de vivienda que se quiere hacer y su futura replicación en otras comunidades, si todo va bien. El proyecto tuvo muy buena aceptación, podemos anunciar oficialmente que Amics del Nepal apuesta por él. Ahora sólo falta saber la resolución de Caldes Solidaria, la ONG que cubre el 50% de esta aventura… Una vez lo sepamos, podremos dar la primera fase del programa por aprobada (hasta finales de Febrero).
En estos momentos el equipo de arquitectos está definiendo los prototipos de casas antisísmicas, en colaboración con especialistas de estructuras. El primer equipo de arquitectos que comenzará la construcción de prototipos marchará a mediados de Octubre.
Y para terminar, contaros que el nombre del programa es AWASUKA. Son las iniciales nepalíes de las palabras: Aawaas Sudhir Karyakram, que quiere decir: Programa de Mejora de Hábitat. Nos ha costado mucho encontrar este nombre, sobre todo, encontrar un equivalente a la palabra «Hábitat» en nepalí… pero gracias a Hem Adikhari (uno de nuestros chicos del Programa Joven de Bhimphedi), lo hemos conseguido!
Antes de acabar, quiero dar mi agradecimiento personal a un equipazo de gente inmejorable: Pedro Lorenzo (CCD-UPC) y Emma Ferrer (Base-A), por ser unos compañeros de viaje fantásticos; a Anna Altemir (Fundadora de Base-A), por ser una excelentísima coordinadora de equipos, a Andrea Llanas y Valeria Cid (Base-A), por ser unas trabajadoras incansables y siempre de buen humor; a Berta Marín (Base-A) que se nos ha unido algunos días ayudándonos con las fichas, a Inés García (estructurista y amiga) como nueva incorporación en consultoría de estructuras. Y en Nepal, a Mikel Zubiaga y Nerea Gezuraga, que han ayudado a completar algunas fichas que faltaban. Un agradecimiento muy especial para Dani Roig, que aparte de hacer una labor impresionante en el orfanato, se ha involucrado muchísimo en el proyecto AWASUKA y es uno de nuestros puntales más importantes.
Agradecimientos también para el equipo de traductoras: Marta Masip, Elisenda Medio, Rocío Moreno y Andrea Mauri, por haber traducido las notas del viaje del Pedro, en las que se basó el viaje de identificación; y a las voluntarias de Bhimphedi: Mar Úbeda, Laura Conde y Isabel Valero (futura voluntaria), por estar siempre dispuestas a ayudar en las traducciones de los posts y en lo que haga falta! 😉
A todos ellos: MUCHÍSIMAS GRACIAS POR SU IMPLICACIÓN CON Bhimphedi. Porque, como dijo Pedro Lorenzo durante la Junta de Amics del Nepal «Bhimphedi engancha!».